20 de junio de 2010

Jumanji

Cada segundo que pasa, nos queda menos tiempo de vida, de días. Pero ellos lo están acelerando. Debería darles vergüenza, pero si no conocen esa palabra. Se la darán de Señores y Señoras, y andarán vestidos con trajes de diseñador, cuando los que están alrededor se cagan de hambre. Y ellos siguen ganando. Tienen poder, el poder que le damos nosotros, los ignorantes que preferimos reírnos de aquellos pobres que quieren sus 5 minutos de fama y que dicen una sarta de idioteces en todo un programa contribuyendo a que sigamos cerrando nuestros cerebros ...“Tapando” realidades, con lo que ahora amablemente nos regalan a “todos”... Invierten ¿En que invierten? En la felicidad pública de todos ¿De todos? Realmente de “todos”? ...¿Para los que se mueren de hambre, también? ¿Para los niños que andan descalzos pidiendo en el subte, también? ¿Para los que siguen en ese círculo vicioso de la delincuencia porque ya tienen la mente cerrada, también? ¿Para los que se levantan a las 5 de la mañana para cartonear por algunos centavos, también?
Se cagan de risa en nuestras caras y vos sos quien deja que se caguen de risa. Vos los votaste. A ellos. A los otros o a los otros de los otros. Nos están matando de a poco. Y lo seguimos permitiendo. Invierten nuestro sudor y papelitos poderosos (llamados dinero) en supuestas medicinas ¿pero la prevención? ¡Nunca! Prevención es sinónimo de “pérdida de ingreso para ellos”. Tapan. “lo que más se pueda hay que tapar” ¿De qué forma? De cualquiera. De las más fácil para ellos. De la más tonta para nosotros. Los dejamos y nuevamente juegan con nosotros. Nos regalan. Nos regalan una realidad que no existe y la disfrutamos porque es gratis. Porque es fácil. Porque viene de arriba. Agarramos y no pensamos en lo que agarramos. Ni sospechamos que quieren tapar. O no queremos sacarnos la máscara de la sospecha. No nos molesta, no nos pesa, así que ni nos fijamos si la máscara de al lado pesa más, menos o si no la tiene. Más, más y siempre más. Lo hacen por nosotros. Para llegar a nuestros confortables hogares y tirarnos panza arriba a mirar eso que ellos amablemente nos regalan. Y nos alimentan, cerrando así más aún, nuestras mentes. Cegándonos de lo que pasa. Dejando que ellos sigan ganando. Regalando. Somos los primeros en quejarnos. Pero los primeros en darle todo servido en bandeja. Y no me refiero al ladrón armado apuntándote. Me refiero a los ladrones que pasan desapercibidos por delante de nuestras narices. Porque los dejamos y miramos para otro lado. Porque no nos apuntan con un arma de fuego. Pero sí con un arma que tal vez sea peor: el arma de la injusticia del poder y del que me importa. Lamentablemente la ESTUPIDEZ HUMANA continúa ganando esta lucha que seguimos alentando ¡No te dejes atrapar por la Jungla!


29-08-09